¿Cuánto consume en realidad su vehículo? ¿Cuántos gases de efecto invernadero emite su tubo de escape? Al parecer, entre un 15% y un 30% más (según modelos) de lo que declaran los fabricantes de coches, según un informe del International Council on Clean Transportation (Icct) al que ha tenido acceso EXPANSIÓN.
“Existe un gap que crece cada año entre los resultados oficiales de los test de fábrica y el consumo de combustible que experimentan los conductores”, señala el documento, que analiza datos de los últimos diez ejercicios. De media, las cifras de eficiencia en el consumo de los coches nuevos “están un 25% por debajo del consumo real en carretera, lo que supone una media de 300 euros de gasto extra en combustible al año. BMW informa de consumos un 30% por debajo de la realidad. Esto significa que un comprador de BMW quemará un tercio más de gasolina de lo que arrojan los test de laboratorio”. Pruebas El problema, según los expertos consultados, reside en los obsoletos test de laboratorio, que datan de hace 30 años y se realizan antes de producir el vehículo para asegurar que cumple con la normativa comunitaria. Las pruebas se hacen con bajas aceleraciones, sin ningún accesorio que consuma energía (sonido, aire acondicionado o navegación) y, sobre todo, no existe ningún sistema de verificación que asegure que los resultados de laboratorio son iguales a los del coche producido. “Los consumos reales que experimentan los conductores difieren de los test porque dependen de muchos factores externos, como el tráfico, el terreno, el pavimento o la forma de conducción”, aseguran en Acea, la patronal europea de fabricantes. “Las diferencias entre el consumo individual y los datos de laboratorio son resultado del comportamiento del conductor”, argumentan las marcas, que añaden que “se están haciendo esfuerzos para mejorar la situación”. De cualquier modo, de media, los ordenadores de a bordo de los vehículos tienen un error de un 5% menos de gasto del real. “El test tiene 30 años y no es representativo de las condiciones reales de conducción. Unas reglas tan relajadas permiten a los fabricantes anotar unos consumos imposibles de conseguir”, dice Greg Archer, director de vehículos limpios de la ONG Transport & Environment. A finales de abril, el Parlamento Europeo decidió que un test mejorado debería estar operativo en 2017, aunque esta decisión está siendo cuestionada por algunos gobiernos comunitarios, que quieren retrasarla hasta 2020. El primer piloto del análisis estará listo en la primavera del año que viene. “La industria del automóvil está contribuyendo activamente al desarrollo del nuevo test, que será diseñado para representar mejor la conducción real”, apuntan desde la patronal Acea. Mientras tanto y, según denuncia un informe de la Comisión Europea al que ha accedido EXPANSIÓN, “mediante una interpretación creativa de los procedimientos de los test, los fabricantes pueden conseguir pequeñas mejoras de consumo que rebajan el resultado final”. Por ejemplo, añadiendo lubricantes especiales, desconectando sistemas, utilizando marchas más largas u optimizando los controles. BMW, Audi, Mercedes y General Motors son las compañías cuyos datos de laboratorio más difieren de la realidad, entre un 25% y un 30%, según Icct. En el extremo opuesto, los vehículos de PSA Peugeot-Citroën, Renault y Toyota sólo se desvían un 15%. “Es destacable que los fabricantes que ensamblan coches con menos emisiones generalmente manipulan menos los test que los que producen devoradores de gasolina”, señala Icct. Laboratorio BMW, Audi, Mercedes y GM son las compañías cuyos consumos de laboratorio más difieren de la realidad, entre un 25% y un 30%. En el extremo opuesto, los vehículos de PSA Peugeot-Citroën, Renault y Toyota sólo se desvían un 15%. La situación 1. Los test de laboratorio para medir el consumo y la contaminación de un coche tienen 30 años y son flexibles. 2. A finales de abril, el Parlamento Europeo decidió que un test mejorado debería estar operativo en 2017. 3. Los fabricantes llevan cinco años haciendo grandes esfuerzos para reducir las emisiones y el consumo de sus nuevos vehículos. 4. Las marcas de coches están muy implicadas en el desarrollo del nuevo sistema de medición de laboratorio para que sea más parecido a la realidad.
Datos obtenidos del Diario Expansion.
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