miércoles, 13 de agosto de 2014

Cómo bajar la temperatura del interior de un coche


En un día de verano, aunque no sea especialmente caluroso, es relativamente fácil que el aire del interior de un vehículo alcance temperaturas de cincuenta y hasta sesenta grados, sobre todo si se ha dejado al sol.

Entrar en un coche con esa temperatura en el interior no sólo es muy incómodo, sino que además resulta peligroso; también significa que elementos como el volante, los mandos, la palanca de cambios y los asientos tendrán una temperatura superior a la habitual, lo que dificultará la conducción.


Incluso aunque el vehículo disponga de aire acondicionado, en esa situación lo más adecuado es sacar primero el aire caliente del vehículo. El método habitual es abriendo las puertas o bajando las ventanillas —incluso antes de encender el aire acondicionado— para hacer que la temperatura en el interior del vehículo se iguale al menos con la temperatura exterior, que será más baja. Pero mientras el vehículo está estacionado, renovar el aire del interior puede requerir mucho tiempo, especialmente si no corre el aire.

Aunque este vídeo es bastante veterano, el truco que se explica en él para bajar la temperatura del interior del vehículo sigue siendo válido, y funciona bastante bien. De hecho, es probablemente la forma más rápida y eficaz.



El método consiste en bajar la ventanilla de uno de los lados del vehículo y, a continuación, abrir y cerrar sucesivamente la puerta del lado opuesto, abriéndola con un movimiento contundente para crear una diferencia de presión que fuerce la entrada del aire del exterior a través de la ventanilla abierta y hacia el interior del vehículo, expulsando así el aire caliente acumulado.

Como se puede ver en el vídeo, la temperatura en el interior del vehículo desciende ocho grados en ocho segundos. Una vez que se han igualado las temperaturas ya se pueden cerrar las puertas y ventanas y conectar el aire acondicionado.